jueves, 29 de diciembre de 2016

Lo que no puede faltar en un salón navideño

Durante las Navidades, en el salón siempre tiene que haber un árbol, el belén, música de villancicos y un sofá con cheslong para celebrarla en compañía.




Ahora que llega la Navidad, en muchos hogares se puede ver que la decoración cambia temporalmente. La ilusión o la costumbre son los principales motivos, y la estancia que más cambia es el salón, ya que es donde más tiempo se pasa en familia y donde se recibe a los amigos o se celebran las tradicionales comidas o cenas de estos días.

Para que un salón cubra las expectativas y se inunde de auténtico espíritu navideño, este debe cumplir una serie de requisitos que nunca pueden faltar, como son el árbol de Navidad, el belén, villancicos de ambiente y un sofá con cheslong para reunir a los invitados.

1. El árbol de Navidad

Natural o mejor artificial para no perjudicar el medioambiente, el árbol debería tener un tamaño suficiente para resaltar, pero sin obstaculizar el paso u obligar a cambiar todos los muebles de sitio.

Está claro que a los niños les gusta cuanto más grande mejor, pero son bastantes días los que va a estar presente y por eso hay que ser prácticos y buscarle un sitio adecuado que no afecte a la vida cotidiana.

Luego toca adornarlo: bolas, espumillón, figuritas y luces de colores quedan muy bien y no hay que olvidar de colocar la estrella en la parte superior. Tampoco de dejar hueco libre debajo por si se dejan regalos.

2. Un belén

Símbolo de la tradición cristiana, nunca falta en los hogares religiosos, pero también se puede ver en hogares paganos, ya que al fin al cabo es el motivo por el que se celebran estos días.

En el belén estará el portal, con el niño, la Virgen, San José, la mula y el buey en su interior. Habrá pastorcitos, artesanos y comerciantes, que reproducen el ambiente de la ciudad de Belén hace dos mil años. Y, por supuesto, no pueden faltar los Reyes Magos acercándose por las montañas.

Un río, un puente, hogueras y alguno que otro personaje simpático, como el caganet, completarán el paisaje.

3. Música de villancicos

Los villancicos no pueden dejar de sonar cuando llegan los invitados. Mejor si es con el volumen bajito para poder comunicarse, y entre los clásicos no pueden faltar Noche de Paz, Los peces en el río o 25 de diciembre.

4. Un sofá con cheslong

Al llegar los invitados o después de la comida o cena, todos los presentes se reúnen para conversar, cantar villancicos, jugar a juegos de mesa o lo que tengan por costumbre. Entonces pasan a la zona de estar y se sientan en el sofá aunque sea apretaditos.

Un sofá con cheslong tiene forma de L y es perfecto para colocarse varias personas cómodamente y verse de frente mientras charlan o comen turrones.

También es importante cuando termina la fiesta, pues después de recoger es el sitio ideal para sentarse a descansar con las piernas estiradas.

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